LOS IMPUESTOS

Estaba leyendo un artículo muy interesante de Jose Sande, en su blog, titulado "De mayor quiero ser periodista" cuando mirando toda la información que añade me tope con el "blog salmón". Lo había visto ya en otras ocasiones, pero, por razones del destino, me desvié en un artículo de este último blog: "Necesitamos cobrar ya por conducir por las ciudades".

En este artículo se argumentan todo tipo de razones para cobrar por conducir dentro de los cascos urbanos de las ciudades. Apoyo todas y cada una de esas razones. Debemos intentar que la pureza del aire que todos respiramos sea de la mejor calidad posible. Este mismo autor, en otro artículo "Hay que cobrar por conducir en ciudad", alaba la decisión del Alcalde de Londres, Ken Livingstone, quien en 2003 implantó esta medida que, con el tiempo, se ha visto muy positiva.

Pero mi reflexión es otra. ¿Por qué a los políticos y a los economistas les gusta más recaudar y prohibir que la propia educación y libertad?

Evidentemente, prohibimos algo que antes se podía hacer (conducir por la ciudad), que incluso se fomentó en aras del progreso económico (se fabrican y venden coches) y que ahora se ha descontrolado (mucha contaminación y atascos), y a quien incumpla le cobramos, conseguimos dos importantes efectos: primero, acabamos con la contaminación y los atascos, cuidamos de la salud de los ciudadanos y de su calidad de vida; y segundo, ingresamos unos pingües beneficios que no son desdeñables.

Seguimos alimentando el viejo sofisma autoritario: te doy algo que es tuyo gratis para que lo uses y cuando te acostumbras a ello y se hace imprescindible, te lo quito o te cobro por usarlo.

Me pueden tildar con el cartel que quieran. Pero yo prefiero la educación y la libertad. No necesito a nadie que me cuide y me administre. Quiero que se me eduque, que se me deje tomar mis propias decisiones, consciente y responsablemente.

A ningún economista y/o político sesudo se le ha ocurrido que educando a la gente, haciéndola consciente de los inconvenientes que el excesivo uso del coche particular provoca y mejorando, aumentando y abaratando el transporte público, se podría conseguir los mismos o mayores resultados.

En clase hemos visto que los impuestos son eso impuestos, ingresos que el Estado de manera violenta consigue para luego administrarlos en nuestro beneficio, dicen. Yo prefiero administrármelo yo que ya soy mayorcito. Nos venden la moto tan bien adornada que la compramos sin la más mínima crítica.

El debate queda abierto, está abierto hace muchos siglos. Libertad y responsabilidad o autoritarismo y control.