LAS LINDEZAS DE LINDE

Confieso que no me he podido aguantar. Ha sido escuchar lo que ha dicho Linde y se me ha puesto la carne de gallina. Sus opiniones (si no las interpreto mal) están dirigidas a suprimir para determinados trabajadores el salario mínimo y contratar fuera del convenio colectivo.

Además parece que Esperanza Aguirre se alinea con Linde. No he podido leer el artículo completo (no pago yo a ABC para leer a semejante personaje).

Hace tiempo hablé de que estos comentarios llevan hacia la esclavitud, tan deseada por muchos grandes empresarios.

Mantener estas posturas solo pueden responder a dos razones: o a ignorancia o a maldad. De Esperanza Aguirre solo podemos predicar la segunda y del Gobernador del Banco de España, vista su biografía, también, ya que si no lo saben son unos ignorantes que deberían callar y si lo saben son unos mentirosos que tratan de engañar a quienes les escuchas. La democratización en la educación en este país, posibilitó extender la cultura y la reflexión crítica a grandes capas de población que, hoy, a diferencia de nuestros antepasados, nos permite no decir "amén" a lo que el señorito diga, sino, pensar por nosotros mismos y defender nuestros derechos con razones y con reflexión.

Me parece indecente llamar reformas a los recortes de los derechos de los trabajadores y mucho más indecente querer construir el futuro de este país a costa del sufrimiento de los más débiles. Sobre esto me remito a lo dicho aquí por Manuel Cruz. 

Pero es posible otro tipo de políticas. En el año 2010, al principio de este blog, ya recogíamos una de Agustí Brañas. Hay miles más, pero mi pregunta, aunque obvia, sigue siendo (quizá por mi voluntad firme de creer en las buenas intenciones de la gente a pesar de todo) ¿por qué se empeñan en lo que ya sabemos que no funciona, en aumentar el sufrimiento de la gente, en menoscabar sus libertades y su dignidad? ¿por qué no se exploran otras políticas que han dado buenos resultados en países como Dinamarca, Noruega o Suecia muy alejadas de la austeridad a ultranza? ¿Estamos realmente en manos de gobernantes psicópatas, incapaces de empatizar con el sufrimiento de los ciudadanos y solo pendientes de sus propios intereses y de los de quienes los mantienen en el poder?